Andrés Gutiérrez García, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC)
Paloma Prieto, Fuenlabrada.- Andrés Gutiérrez García, licenciado en 1989 en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en Derecho, lleva impartiendo clases en diversas carreras como Periodismo o Derecho y ha pasado por la UCM y por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). También ha sido Letrado en el Tribunal de Cuentas y ha impartido cursos y seminarios en España y en el extranjero. En la entrevista habla de las causas de la crisis económica actual, de la actuación de los gobiernos y de cómo afecta y va a afectar a la educación.
Pregunta. Desde hace más de un año se ha ido hablando de una crisis que ha afectado a gran parte de la población, ¿qué factores han sido los que la han causado?
Respuesta. La crisis actual es una crisis financiera, la primera mundial de este siglo, y el origen de la misma ha sido fundamentalmente las hipotecas ‘subprime’ (son aquellas hipotecas que suponen un alto riesgo de impago).
La concesión de hipotecas ha sido uno de los mejores y más lucrativos negocios para la
banca. No obstante, conforme ha ido pasando el tiempo las condiciones para su concesión se han ido relajando, de tal manera que la solvencia de los clientes y la valoración de los bienes en garantía de dichas operaciones pasó a un segundo plano.
Estas hipotecas que no cumplían los requisitos necesarios de solvencia fueron transformadas por las entidades financieras en productos que vendieron a otras entidades que, posteriormente, los renegociaron con otras, lo que ocasionó que ante una desaceleración de la economía estos instrumentos financieros que en apariencia estaban adecuadamente garantizados realmente no lo estuvieran al nivel adecuado, desconociéndose realmente la gravedad del problema por la forma en que se instrumentaron estas inversiones.
El problema se agravó en el momento en que se produjo una subida de los tipos de interés, una ralentización de la economía y empezaron a producirse impagos, lo que dio lugar a que los bancos dejaran de prestar dinero, tanto a los particulares como a las empresas, ante la posibilidad de que ellos mismos no tuvieran los recursos necesarios para hacer frente a sus propias obligaciones y ante el temor de que las nuevas operaciones dieran lugar a impagos por el deterioro general que se estaba produciendo en el sistema.
Esta falta de crédito y por lo tanto de liquidez en el mercado ocasionó que las empresas
empezaran a no poder hacer frente a ciertos pagos, tanto a los bancos como a otras
empresas, lo que fue extendiendo el problema paulatinamente a todos los sectores de la
economía.
Esta situación se agravó especialmente con la caída del mercado inmobiliario. Al seguir
construyéndose inmuebles, pero no tener los compradores acceso a crédito para pagarlos, al denegárselo los bancos por exigir unas mayores garantías ante la pérdida de valor que se estaba produciendo, las inmobiliarias empezaron a no poder hacer frente a sus obligaciones al no poder vender sus inmuebles ni obtener fondos de los bancos, lo que ocasionó también la insolvencia de numerosas empresas del sector, el despido de infinidad de trabajadores y que se extendiera posteriormente a otros sectores ( menos casas, implican menos electrodomésticos, electricidad, fontanería, jardines, muebles,....).
Finalmente, el temor a una gran recesión hizo el resto. Las bolsas se desplomaron ante el temor de la quiebra del sistema por la desconfianza existente, lo que agravó aún más la situación y ante el deterioro general tuvieron que intervenir los Estados para que el
mercado financiero mundial no se hundiera.
P. ¿Piensa que los gobiernos podrían haber hecho algo para evitar la crisis o que ésta era ineludible?
R. Los Gobiernos evidentemente han intervenido para solucionar la crisis existente, pero también es verdad que deberían haber intervenido antes, estableciendo ciertos límites en el funcionamiento del sistema financiero en general y no permitiendo ciertas prácticas, lo que es posible que la hubiera evitado o al menos limitado sus efectos
Lo que es dudoso es la forma en que se ha producido esa intervención. No obstante, de no haber intervenido probablemente no estaríamos donde estamos ahora.
P. Uno de los países más afectados ha sido EEUU y es de los primeros que está saliendo
del problema, mientras que España es uno de los últimos países previstos para que
consiga salir de la crisis ¿por qué piensa que sucede esto?
R. EEUU es un país muy dinámico, de rápida respuesta por su estructura económica, mientras que España no, somos más proteccionistas en nuestro mercado laboral, prestaciones sociales.... Además EEUU está soportando una crisis inmobiliaria desde hace varios años, mientras que la nuestra está realmente en una fase todavía inicial. Los precios han caído en España pero no lo suficiente y ese ajuste tiene que producirse. Además, nuestro modelo de crecimiento desde hace muchos años se ha apoyado en la construcción y eso es algo que debe cambiar, aunque es difícil de corregir.
P. Una parte de la población a la que ha afectado son los estudiantes, ¿se podría decir
que la educación se ha visto afectada o sigue actuando con los mismos medios que antes?
R. La educación también se ha visto afectada. Desde hace varios años se está produciendo una modificación en nuestro sistema educativo, lo que exige gran cantidad de recursos económicos, sin embargo las universidades a día de hoy cuentan con menores recursos de los que deberían y su vía de financiación empieza a dirigirse hacia el crédito, lo que a mi juicio no es el mejor sistema, menos aún en la coyuntura actual.
Además, el sector público tendrá que hacer grandes esfuerzos para reactivar la economía, que es su principal objetivo en estos momentos, lo que evidentemente no beneficia a la educación, que como en otras ocasiones se posterga a un segundo plano, cuando realmente es el motor de crecimiento futuro del país y debería ser uno de los objetivos principales.
P. Hablando de la educación en la URJC, ¿qué ha cambiado con respecto a años anteriores (profesores, alumnos, personal...)?
R. Los cambios derivados de esta crisis creo que se verán realmente en los siguientes años, menos contratación y menores oportunidades de formación exterior y probablemente menor inversión en equipamiento e infraestructuras. Pero otro problema es que el cambio de modelo educativo exige un mayor nivel de recursos que debería dotarse, lo que será difícil si se sigue agravando la situación económica.
0 comentarios:
Publicar un comentario