Sebas, miembro del servicio de restauración de la URJC de Fuenlabrada
Marta González.- Sebas, conocido camarero de la cafetería, deja a un lado la barra para servirme en bandeja unos aperitivos de su vida. Este cacereño de 27 años decidió venirse a la capital a probar suerte.
Pregunta. ¿Por qué se vino a Madrid?
Respuesta. Pues me vine cuando terminé de estudiar para hacer las prácticas, en realidad soy administrativo pero no me gusta nada y vine con la idea de estudiar teatro que es lo que realmente me gusta. De hecho he estado en la Escuela de Javier Manrique “La Base”, y en un centro de Alcorcón y aprendí practicando en el centro de teatro de la universidad. También he hecho alguna cosilla por ahí, como el concurso de monólogos de la universidad o actuaciones en Toledo y en la Casa de Campo.
P. ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la universidad? ¿Qué tal?
R. Ya llevo 6 años, en general muy bien parece que pasa el tiempo volando. Aunque si te soy sincero al principio era mucho mejor porque ten en cuenta que yo vine aquí con 22 años y la gente era más o menos de mi edad, estaba en mi salsa. Todo el día de fiesta en fiesta, imagínate. Aparte de eso, también había mucha menos gente en la universidad y éramos como una “pequeña gran familia”.
P. ¿Qué es lo más interesante de su trabajo?
R. Se me hace bastante ameno porque detrás de la barra nos reímos mucho. Yo suelo imitar a mis compañeros y a algunos alumnos pintorescos: cómo hablan, cómo andan… nos lo pasamos genial. Una cosa muy cachonda de la que me estoy acordando es que Arantxa, una compi que estaba embarazada, simulo su parto y parió un botijo, fue todo un show.
P. ¿Qué tal es la relación con sus compañeros?
R. Buena, generalmente ha habido mucho más buen rollo que malo, lo que pasa es que hemos tenido algunas rachas peores, pero nada, el estrés del trabajo, los cambios de personal…Si hay algún mal rollo es porque siempre tiene que haberlo, pero vamos que muy bien. Nos reímos mucho y además me llevo bien con todos.
P. ¿Y con los profesores y alumnos? ¿Alguna vez ha tenido problemas?
R. Nunca, problemitas alguno porque ya sabes, me tomo demasiadas confianzas, pero sin más. Y si algún alumno me dice algo fuera de lugar, yo le toreo. Aquí aprendes a vacilar, ya está, tajante. Pero yo me quedo con la gente que me demuestra que le caigo bien. Incluso alguna vez me han regalado fotos escritas en plan “tío me alegras la vida cada vez que vengo a la ‘café’ porque estaba de bajón…” y eso me llena un montón.
P. Habrá conocido a mucha gente, ¿mantiene una buena amistad con alguien?
R. Colegas muchos, colegas de copas y de fiesta, pero amigos 2 o 3, para mí la palabra amigo significa mucho. La gente se sorprende cuando me ve de fiesta, y yo les digo: “¿qué pasa? Soy humano y no voy vestido de camarero, también puedo salir, ¿no?” (Riéndose).
P. Estando en un ambiente universitario, ¿se ha planteado alguna vez volver a estudiar?
R. La gente me lo propone, sobre todo los profesores me dicen que me prepare para la prueba de 25. Mis compañeros también me animan, se me dan bien los idiomas y soy bastante avispadillo, lo que pasa es que a mí me gusta la farándula.
Estoy seguro de que estudiar Comunicación Audiovisual me encantaría, sería interesante estar delante de la cámara y saber lo que pasa detrás, pero me gusta más actuar.
P. Al estar en contacto con tanta gente, ¿se ha enterado de algún comentario interesante?
R. Esto me lo pregunta mucha gente, ¡cómo se nota que estudias periodismo, eh! Los cotilleos están a la orden del día. La verdad es que siempre estoy liado y no suelo prestar atención. A veces oigo que si éste…que si la otra… pero poca cosa.
Aunque ahora que lo pienso… alguna vez hemos pillado a una pareja infraganti en el polideportivo, la biblioteca, los baños de la cafetería, imagínate que papelón.También he oído los típicos rumores de líos entre profesores o entre profesor y alumna, pero poca cosa, seguro que no más de lo que vosotros oís.
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