Una mañana con “Aula Sur”


Marta G. Barrera, Fuenlabrada.- El pasado 27 de noviembre Madrid despertó gris, con ese cielo amenazante de lluvia, una lluvia que se acobarda en el último momento. El campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), estaba atestado de alumnos que se guarecían del viento.

Un par de días antes Jesús del Olmo, profesor de la URJC, accedía a ser entrevistado. Objetivo: dar a conocer de cerca el periódico Aula Sur, desgraciadamente, un gran desconocido para la mayoría de los alumnos. El profesor y coordinador de la revista, establece la cita a las 14:00 horas en su despacho en el edificio departamental del campus de Fuenlabrada. Para favorecer una situación más cómoda y cercana, bromea y cuenta la historia de varios de los objetos que adornan su mesa.
La charla dura aproximadamente una hora, en la que Jesús habla sobre la, por ahora, corta vida del periódico, desde su creación en 2007, hasta el día de hoy. Aula Sur surge como una iniciativa para que los alumnos adquiramos experiencia en el mundo de las redacciones, y para que empecemos a dar esos primeros pasos hacia la que algún día será nuestra profesión. Es un periódico en formato tabloide que cuenta con unas secciones fijas como: Campus, Aula de Actualidad, Cultura y Deportes; y con unas “mini secciones” que dependen de los textos escogidos por los alumnos: Aula de Sexo, Viajes,…
Jesús afirma que le gustaría obtener una mayor participación por parte de los alumnos, y también algo más de compromiso. “No hemos encontrado la respuesta que esperábamos, yo pensaba que iba a haber casi, casi avalancha”, dice entre desilusionado y sorprendido.
Los “requisitos” para publicar un texto en Aula Sur, según Jesús, son mínimos. Únicamente se exige ser alumno de la URJC, y enviar los textos dentro de un plazo, eso sí, han de ser textos publicables. Al llegar a este punto, Jesús comparte alguna experiencia y anécdota sobre la publicación de un texto. Se sorprende de la actitud de algún alumno, afirma que observa muchos aires de grandeza y que se ha encontrado con gente que no permite que le toquen el texto, a pesar de que haya errores que corregir.” Te tienes que someter a una disciplina, a que tu trabajo lo vean otros. Nosotros tampoco perseguimos que sea una revista buena, pero que la gente se esfuerce, si no te sale bien a la primera, ya te saldrá a la segunda”.
Posteriormente cuenta las ventajas de estar implicado en un proyecto como este. Jesús intenta explicar la satisfacción de ver publicado un buen número, y de haber trabajado con gente comprometida. “Esa es la gente que llegará a algo, los que se hacen notar y resaltan”
Después de desearle suerte con el próximo número (para el que tienen previsto que la fecha de cierre sea el próximo 5 de diciembre), y de darle las gracias por la atención, el siguiente lugar previsto para conocer más detalles de Aula Sur, es el que podría considerarse como la redacción, donde los colaboradores del periódico hacen posible su existencia: una sala en la planta baja de la biblioteca. Allí hay un horario en la puerta. Lidia, la alumna de 5º curso de periodismo, que este año tiene el cargo de redactora jefe de Aula Sur, no está y no tiene previsto acudir a la redacción. Los planes empiezan a desbaratarse peligrosamente. Así que la mejor opción es volver a casa y ver si desde allí existe alguna forma de contactar con Lidia, puesto que podría ser muy interesante hablar con ella y conocer de su mano cómo es el día a día en la redacción.
Tras hacer unas llamadas para conseguir el teléfono de la mujer en cuestión, llamamos y le preguntamos acerca del periódico, y ya de paso, si le importa que la conversación sea grabada. Ella, muy amablemente, accede y explica que el día en la redacción es totalmente diferente al de una redacción normal, ya que ellos (los colaboradores fijos) apenas redactan el contenido, pues esa es labor del alumno, por lo que tienen que esperar a que les lleguen sus reportajes, artículos... y a partir de ahí empezar a maquetar. Por eso hasta que no llega el material, Lidia dice que lo que hace básicamente es responder mails, atender al teléfono y a la gente que va con la intención de participar o con cualquier tipo de duda.
“Digamos que todo es mucho más casero...lo cual es normal si tenemos en cuenta que Aula Sur se asemeja más a una revista que a un periódico, ya que no se publica ni siquiera una vez al mes”, dice como conclusión.
En la despedida Lidia, muy atentamente, recuerda donde están, por si surgiese una duda o alguna otra pregunta.

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