Carmen García Armenteros, protagonista de “El oso”
Mercedes Francisco, Fuenlabrada.-Carmen García Armenteros, protagonista de la obra “el oso” del grupo de teatro de Vicálvaro, nació en Jaén hace 20 años y ahora mismo estudia su tercer año de periodismo mientras compagina su afición por el teatro.
Pregunta. ¿Por qué decidió actuar en el grupo de teatro?
Respuesta. Yo entré en el grupo más que nada por el gusanillo. Hice teatro en el instituto y me gustó bastante así que me dije ¡Ya que hay un grupo en tu universidad...adelante!
P. ¿Fue muy duro para usted meterse en el papel de Elena Ivánovna?
R. Al principio sí me costó mucho, la verdad. Sobre todo porque represento a una señora y yo, precisamente, soy un poco aniñada. También porque había que darle un aire operístico y me daba algo de vergüenza pero se me pasó.
P. ¿Qué opina de sus compañeros de reparto en la obra?
R. Creo que a todos les encanta lo que hacen, si no, no aguantarían tantos ensayos y representaciones. Creo que congeniamos todos muy bien, hemos pasado muy buenos momentos.
P. ¿Qué opinión tiene de la directora?
R. Creo que lo bueno de Cristina es que es muy exigente, no pasa nada por alto y no deja cabos sin atar y eso hace que al final salgan buenos resultados.
P. ¿Cómo consiguieron los trajes, los disfraces y el decorado?
R. El decorado lo sacamos todo del grupo de teatro, es decir, es material reutilizado de obras de otros años. Los trajes los conseguimos entre todos, de nuestras madres o abuelas.
P. Según transcurre la obra, se hace referencia a la igualdad entre hombres y mujeres, ¿Querían expresar eso en la obra?
R. Realmente no salió de nosotros mismos, es algo que ya viene en la obra y quizá el autor, Chéjov, quiso expresarlo. Simplemente tratamos de transmitir lo que dice la obra de por sí.
P. En algunos momentos de la obra, el personaje de su compañero parecía tener cierto grado de machismo ¿era parte del personaje que su compañero representaba?
R. Sí, esa era una de las características de Smirnov, el personaje de mi compañero Javier, al principio se hace el machito pero, finalmente, ¡no puede escapar a mis encantos!
P. ¿Cuántas horas han estado ensayando?
R. Estrenamos la obra el pasado abril y semanas previas al estreno, fácilmente pudieron ser cuatro horas y entre tres y cuatro días a la semana. Y, puede que no lo parezca, pero cansa muchísimo, gastas mucha energía. Sinceramente, no sé como Javier pudo aguantar tanto, él, que sale en las dos obras, habría días que pasaría ocho horas en el frío sótano. De hecho, bromeábamos con eso, decíamos que hacía su vida allí abajo.
P. Según me ha comentado, la zona donde ensayan es como una especie de sótano, ¿Me lo puede describir? ¿Es un sitio cómodo?
R. Hasta este curso, los doce años que lleva existiendo el grupo en Vicálvaro ensayamos en un sótano de la universidad. Solía ser bastante frío, y, en invierno, no podíamos quitarnos los abrigos. Además, a veces no nos facilitaba el trabajo porque retumbaba y hacía eco, un poco difícil para medir la voz. A partir de este curso nos cambiaron a un almacén en el edificio departamental y creo que es peor incluso porque no hay apenas ventilación.
P. ¿Se hace duro ensayar tanto?
R. Lo duro son los ensayos. Cansa mucho, repetir porque te equivocas en una palabra o frase. Da igual cuantas veces lo repitas, siempre te equivocas en lo mismo. La concentración no hay que perderla, no sólo por uno mismo sino por los compañeros de obra. Es duro cuando entra la risa floja y no puedes parar de reír en medio del ensayo.
P. ¿Estaba nerviosa esta mañana cuando presentaba la obra?
R. La verdad es que no me suelo poner muy nerviosa, sólo los cinco minutos previos. Una vez que ya estamos haciendo la obra me encuentro más cómoda.
P. ¿Se esperaba una acogida como la de hoy? ¿Pensó que tendría mucho público?
R. La verdad es que pensé que vendría menos gente. Sabía que venía una excursión de instituto, pero no sabía si vendría gente de la universidad o de otro sitio.
P. ¿Se plantearía vivir de la representación si pudiera?
R. Sinceramente, no. Me gusta esto, pero no siento que sea el sueño de mi vida o a lo que quiera dedicarme. Además, la vida de actor es bastante chunga, suficiente tengo con el periodismo.
P. Después de tantas horas de ensayos, de trabajar juntos y de repetir y repetir escenas, ¿Entre Javier y usted no ha surgido, al igual que en los protagonistas, la chispa del amor?
R. No, no ha surgido nada de chispa entre Javi y yo. Nos llevamos muy bien y nos reímos muchísimo, de hecho, a veces Cristina nos llama la atención; pero no, nada más allá.
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