Carlos María Alcover de la Hera, Defensor Universitario: “A veces no están claras las reglas del juego”



Rebeca Fernández, Fuenlabrada.- En el año 2001, la Ley Orgánica de Universidades (LOU) crea la figura del Defensor Universitario como el órgano encargado de defender los derechos y libertades de los miembros de toda la Comunidad Universitaria.

Carlos María Alcover de la Hera, profesor titular de Psicología Social, se encuentra actualmente en el tercer año de su segundo y último mandato como defensor de la Universidad Rey Juan Carlos, un cargo que ostenta desde el año 2003 cuando fue elegido por el Claustro.

Pregunta. Usted es profesor de Psicología de la URJC, ¿Cómo llegó a ser Defensor Universitario?
Respuesta. En el año 2003 la LOU obligaba a que la figura del defensor estuviera en todas las universidades, en ese sentido, el rector me propuso la posibilidad de presentarme a la candidatura. Yo ya tenía experiencia en la universidad, quizá también el hecho de ser psicólogo podía ayudar a desempeñar este puesto, así que para mi fue un desafío pero lo acepté. El claustro me eligió en el 2003, me reeligió en el 2007 y por eso estoy aquí.

P. ¿En que se basa su actuación como defensor?
R. Yo intervengo cuando alguien me lo pide, eso sí, el defensor no tiene poder ejecutivo, es decir, lo que yo hago son informes, recomendaciones pero no son vinculantes, de tal manera que lo que yo intento es persuadir, razonar, desde el punto de vista objetivo que se supone que ha de tener un defensor, para que las partes en conflicto resuelvan sus problemas.

P. Según la última memoria presentada al claustro los estudiantes son los que más solicitan su ayuda, ¿Qué tipo de problemas suelen plantearle?
R. Un 70% de las instancias recibidas son de estudiantes y tienen que ver con reclamación de exámenes, problemas con la docencia, criterios de evaluación…todo lo relacionado con la actividad académica en general o con cuestiones administrativas.

P. ¿Cree que es efectiva su actuación en estos casos?
R. Cuando la queja esta fundamentada los problemas se resuelven por lo que creo que la figura sí es eficaz .El defensor también es importante para la mejora de la calidad porque aquí llega todo, todo lo malo, aquí ves prácticamente 360º la universidad, cosa que en otro órgano no pasa.

P. Este año es cuando realmente esta comenzando a funcionar el Plan Bolonia ¿Ha recibido ya alguna queja sobre este tema?
R. Ha habido problemas de calendario, prácticas…ahora tenéis mucha más actividad cotidiana y es más difícil seguir el ritmo. Es inevitable que siempre que hay algún cambio haya más problemas, se necesita un periodo de adaptación por parte de todos. También creo que ha venido en un mal momento, los presupuestos se están disminuyendo y es una situación económica bastante seria. Hacer un cambio donde se supone que va a mejorarse la calidad cuando no se tienen los recursos necesarios es complicado.

P. El problema que ven muchos estudiantes es la “obligación” de hacer un postgrado en el futuro, ¿Qué piensa usted acerca de esto?
R. No os tiene que asustar estudiar una carrera generalista y luego especializaros, eso es lo normal, lo que no era normal es lo que pasaba en España. Vivimos en un mundo en el que la polivalencia y el cambio van a ser cada vez mayores, nadie te asegura que vayas a trabajar toda tu vida de lo que te hayas graduado, nadie. Los contenidos aprendidos en la universidad tienen un valor que caduca enseguida, lo más importante es que salgáis con competencias personales para seguir aprendiendo durante toda la vida. Lo fijo y lo estable pertenece cada vez más al pasado.

P. ¿Qué tipo de mejoras cree que se podrían introducir en lo que se refiere a las quejas de los estudiantes?
R. A veces no están claras las reglas del juego, no esta muy claro que puede y debe hacer un profesor y que puede y debe hacer un estudiante. Ayudaría mucho una normativa clara de derechos y obligaciones pero no con ánimo sancionador.

P. Este es el tercer año de su segundo mandato ¿Qué ha supuesto para usted ser defensor durante estos años?
R. Ha sido una experiencia fantástica, que me ha permitido conocer la universidad como de otra manera es imposible conocerla y, sobretodo, tener la experiencia de ayudar. También es verdad que a veces es duro porque aquí se trata lo negativo, los problemas, pero yo lo doy por bien empleado si el balance acaba siendo positivo.

Dejamos a vuestra disposición el correo electrónico del Defensor Universitario de la URJC, Carlos María Alcover, para cualquier consulta: defensoruniversitario@urjc.es

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