Natalia Borja, Fuenlabrada.-El jueves 26 de noviembre a las 13:00 horas se presentó la sexta obra de la VIII muestra de teatro universitario en el edificio de gestión de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Fuenlabrada.
Al llegar con cinco minutos de antelación al salón de actos apenas se podía observar gente esperando. A pesar de haber pegado carteles anunciando la obra por todo el campus, el público apenas supero las 15 personas. No se preocuparon de entregar ningún programa y todo cobró una forma aparentemente mal organizada. El escenario contaba con algunas sillas y mesas y todo tipo de objetos distribuidos por el fondo. Se podía encontrar desde un brik de leche o un pollo de plástico hasta una guitarra eléctrica.
La obra empieza con la aparición de todos los componentes alineados y vestidos de negro ofreciendo: “Mononeuronales, una perspectiva”. Utilizan juegos de luces para rápidos cambios de posiciones que consiguen por un segundo descolocar al espectador y tras su presentación, nos embarcan en una sucesión de actos totalmente desconcertantes.
El primer acto comienza con la representación de una entrevista a un crítico musical. Se trata de una persona nerviosa sin conocimiento ninguno en la materia. Tras una larga conversación en la que no llegan a ninguna conclusión entran en escena “dos pobres caídos en desgracia” que aseguran haber pasado de la pobreza a la riqueza en contra de su voluntad, para terminar convenciendo al entrevistador de que él es Estrellita Castro.
En el siguiente acto, más racional, cinco actores anuncian el fallecimiento de un poeta dramático llamado “Jaspe Marian” y recitan una serie de poemas sin sentido en su honor, provocando la risa entre los asistentes que parecían seguir atentos a cada uno de los versos. Después interpretan la historia de “Pascualete”, una obra dedicada a la memoria del difunto en la que inesperadamente muestran su faceta más cómica.
Más tarde, narran la historia de “Audiocd”, un grupo de música de los ochenta. Los componentes “Radiotron” y “Placapetri” consiguen que el público estalle a carcajadas bailando su tema “Condensación atómica”, ataviados con prendas futuristas y acompañados de juegos de luces intermitentes al compás de la música.
El cambio más repentino de la obra transcurre en un bar donde se desarrollan las historias de amor y desamor de Renata Iliarte, una joven que termina abandonando a todos sus amantes, que deciden vengarse de ella. Esto les lleva a raptarla para intentar matarla después, pero sólo se quedara en un intento, ya que Renata consigue convencerlos de su error.
Para finalizar la obra deciden llevar a juicio su propia creación representando una metáfora sobre su “trabajo conceptual” atacado por tres actores escondidos entre el público como tres espectadores más. Se increpan los unos a los otros hasta que los que hacían de asistentes acaban asesinados por el actor principal. Todo acaba con él explicando que a veces existen los finales simples, sin pretender que los allí presentes terminen entendiendo nada.
Al salir del recinto los actores confiesan: “Es la primera vez que lo hacemos todo seguido”, “nunca lo habíamos ensayado hasta el final”. Aun así el público se mostró satisfecho ante esta obra escrita y dirigida por Miguel Valentín y José Luis Sangüesa que contiene aportaciones del resto de la plantilla compuesta por Antonio Puga, Germán Bernardo, Alberto Ramos, Elena Rey, Víctor Martín y Rodrigo Díaz.
0 comentarios:
Publicar un comentario