Iris López Montes, Fuenlabrada.- La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), situada en el Campus de Fuenlabrada, celebró el pasado martes 24 de noviembre las primeras jornadas sobre inmigración y comunicación bajo el nombre de “metodologías para la medición y análisis del fenómeno migratorio”. Las jornadas se desarrollaron en el aulario III, un edificio a medio construir donde ya se dan clases pero cuyo interior sigue siendo desconocido para la mayoría de los alumnos de este campus.
Eran las 09:30 de la mañana, hora a la que comenzaban las jornadas. Una serie de alumnos se dirigían al aulario III en busca del aula magna. Pero el interior de dicho aulario, diferente al resto de los edificios que componen la universidad, hizo que los alumnos tuvieran que recurrir a la bedela para encontrar la clase, a lo que ésta les contestaba: “suban las escaleras hasta la tercera planta y las dos primeras puertas a la derecha. Pueden entrar por cualquiera de ellas”. Así pues, los estudiantes obedecieron las explicaciones de la auxiliar y, en cuestión de minutos, se encontraban dentro del aula magna.
A medida que los alumnos atravesaban las puertas del aula magna ralentizaban el ritmo de sus pasos y movían la cabeza de un lado a otro. ¿El motivo? La propia clase, también diferente al resto de las de los otros aularios. El suelo y las mesas eran de color malva, las sillas eran acolchadas, tenían un respaldo alto y contaban con reposabrazos. Encima del escenario había tres mesas y, a cada lado del mismo, dos pantallas de tela. Mientras los alumnos la observaban de arriba a abajo y comentaban con sus compañeros, una serie de profesores se situaban encima del escenario organizando los últimos detalles. Una clase cómoda para un seminario largo.
Sociólogos y alumnos dispuestos a pasar un día juntos se callaron para escuchar bien a Octavio Uña, director del seminario, quién sustituyó al vicerrector de Investigación de la URJC, Rafael van Grieken, para inaugurar tanto las jornadas como el aula magna, ya que se abría ese día. Uña contaba que se había terminado a altas horas de la madrugada y que ellos eran los privilegiados que iban a estrenarla. También dirigió unas palabras al vicerrector, explicando el por qué de su ausencia, y dio paso al primer ponente de las jornadas, Juan Díez Nicolás, ex presidente de la Federación Española de Sociología y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), con una gran alabanza de palabras y aplausos.
Tras la charla de Nicolás, amena gracias a sus chistes y anécdotas, llegó la hora del café, que tenía una duración de media hora. Pasado ese tiempo todo el mundo volvió a sus asientos dispuestos a escuchar a una serie de profesores de su universidad, los cuáles contaron las investigaciones que estaban llevando a cabo en ese momento. Aunque intentaron no extenderse mucho los alumnos parecían estar cansados ya que algunos empezaron a hablar entre ellos y otros, directamente, se fueron. Los ponentes parecieron darse cuenta y, por eso, dejaron la última ponencia de la mañana para abrir la sesión de tarde.
A las 16:00 horas y recién comidos, oyentes y ponentes volvían al aulario III para cerrar las jornadas. Tras finalizar la charla pendiente de la sesión de mañana se dio paso al otro grupo de profesores, también de la URJC, junto con un ponente invitado de la Universidad Europea de Madrid. Los primeros en hablar se alargaron tanto que a los últimos no les quedó más remedio que exponer su tema en unos cinco minutos; diez como mucho. Algunos ni proyectaron sus diapositivas para así ir más deprisa y que el seminario no terminara más tarde de lo previsto.
A continuación tuvo lugar la conferencia de clausura de Joaquín Arango Vila-Belda, director del Centro de Estudios sobre Migraciones del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset y catedrático de sociología de la UCM, a la cual los alumnos no prestaron mucha atención debido a que ya estaban cansados de escuchar durante todo el día. Una vez finalizada esta conferencia comenzó la clausura de las jornadas a manos del decano de esta Facultad de Ciencias de la Comunicación, Antonio García Jiménez. Pero el decano no fue el único encargado de poner fin a la conferencia ya que, junto a él, se encontraba el encargarlo de abrirlas, es decir, el vicerrector. Ambos, acompañados de todos los participantes, despidieron este seminario científico también llamado “Theodor W. Adorno” sobre las 20:00 horas de la tarde agradeciendo a los alumnos su asistencia y al Grupo de Investigaciones y Estudios Sociales Avanzados (GIESA), el director Uña y el coordinador, Maximiliano Fernández Fernández su coolaboración ya que, gracias a ellos, estas jornadas han sido posibles.
Los ponentes hablaban entre ellos y los alumnos recogían sus diplomas para luego recibir los créditos. Todos acababan saliendo poco a poco por las diversas puertas que componían el aula magna, girando la cabeza para echar el último vistazo a esa clase malva y acogedora y despedirla hasta la próxima, al igual que a las jornadas, aunque en este caso, el hasta luego será más largo.
1 comentarios:
Mmm... sillas acolchadas y malva... grrrr
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